los Mets completaban la ganancia que ya tenían de 2-0 en el octavo inning. Pero Harvey pensó más en su dorsal que en su escudo y hoy se puede decir que lo pagó caro.

La oportunidad de salir con la alfombra de flores la tuvo cuando pudo ser sustituido en la lomita, no aceptó seguir instrucciones y se reveló contra los destinos del equipo, algo que quizá no se esperaba es que su soberbia se vería reducida a cenizas cuando en el noveno inning los Royals le pusieron una carrera de descuento y un hombre en la segunda base, para dejar servido el destino, que los de Kansas City empataran el partido y obligaran a los extra innings.

Después de eso todo fue un descalabro. Y es que la presión y la tensión pasó de la lomita a cada uno de los compañeros que integraban el grupo defensivo.

Harvey nos recuerda que cuando es tiempo de retirarse, hay que hacerlo. No hay que esperar a que uno lo sienta, nuestro entorno puede advertirnos que es hora de irse. Recordé la secuencia de la saga de Batman, cuando Gordon le dice a la Ciudad Gótica que el hombre misterioso es un riesgo y es "el causante del mal". La diferencia es que en la pelícual tanto Gordon como el héroe acordaron apartarse, aquí el "Dark Knight" eligió por su cuenta y perdió.
 
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