Estos serían los 11 elegidos por el técnico Walter Claverí para enfrentar a Estados Unidos este viernes en el Mateo Flores.

El escollo que tendrá enfrente el combinado nacional no es ninguna cenicienta, al contrario, es una de sus verdaderas bestias negras, a la que ha sido incapaz de superar en 12 juegos de clasificación siete derrotas y cinco empates.Creemos que los muchachos están bien encaminados con el plan de juego que queremos ejecutar  contra Estados Unidos. Han sido muy receptivos, afirma Walter Claverí, técnico de Guatemala.

El último triunfo guatemalteco sucedió en un amistoso, hace 28 años 10 de enero de 1988, por 1-0, con gol de Marvin Ceballos, en el estadio del Ejército.Para tener el recuerdo más fresco de enfrentamientos entre nacionales y estadounidenses no hay que rebobinar en demasía la máquina del tiempo.

Fue el año pasado, el 3 de julio, en Nashville, Tennessee. El resultado fue  4-0 a favor del conjunto que dirige el alemán Jürgen Klinsmann, en amistoso.
El momento ideal

Acostumbrada siempre a lidiar con problemas, los más recientes en diciembre del año pasado—, los señalamientos de corrupción hacia altos dirigentes por parte de la justicia estadounidense y la  dimisión del seleccionador argentino Iván Franco Sopegno, el destino no se cansa de presentarle valiosas oportunidades  al equipo nacional para que resurja; aunque pocas han sido aprovechadas.

Solo una crisis, real o percibida, da lugar a un cambio verdadero”, es una de las célebres frases del letrado estadounidense Milton Friedman y que se acuña como anillo al dedo a la situación que experimenta la renovada Bicolor del técnico nacional Wálter Enrique Claverí, quien en los dos amistosos frente a Honduras victoria de 3-1 y a El Salvador triunfo por 1-0 conquistó el corazón de los seguidores, al devolverle con el  juego posesional  la mística futbolística a la Sele.La última vez 3-1 ganó el último partido de clasificación EE. UU. contra Guatemala.

Así las cosas, una victoria frente al equipo de las barras y las estrellas se convertiría en   el mejor  acicate para que la Azul y Blanco resurja en su décimo quinto  intento por llegar a una copa del mundo.
Además, serviría para difuminar las terribles  secuelas que dejó el estratega Iván Franco Sopegno, quien en   la cuarta fase clasificatoria de la Concacaf  dejó más que comprometido el  pase a la hexagonal, al cosechar  un triunfo contra el rival más asequible 4-0 contra San Vicente y Las Granadinas y una derrota por 1-2, de local, contra Trinidad y Tobago.

Desde que tomó las riendas de la Selección Nacional, el timonel Wálter  Claverí tuvo claridad en los objetivos que pretendía alcanzar. “No quiero pelotazos. Deseo regresar al modelo de juego de la posesión, el que siempre ha caracterizado al futbol guatemalteco, fueron parte de sus primeras palabras como seleccionador.

Según sus cinco morfociclos de trabajo,  será precisamente el futbol combinativo, todo lo contrario a sus antecesores Sopegno y Éver Almeida, la principal arma que tengan los guerreros nacionales para vencer a la experimentada artillería estadounidense, que no se guardará nada para el duelo de mañana en el mítico estadio Mateo Flores.
 
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